Especialista de Parkland advierte sobre una amenaza silenciosa: el glaucoma

Especialista de Parkland advierte sobre una amenaza silenciosa: el glaucoma

Marzo es el mes nacional del cuidado de la vista


Ronald Hunt, de 65 años, de Dallas le encanta pasar tiempo en casa cocinando para su familia y amigos. Pero después de años de preparar comidas caseras y organizar reuniones familiares, Hunt comenzó a tener dificultades para leer sus recetas favoritas.

“Cuando noté que mi visión se estaba deteriorando, pensé que era porque estaba envejeciendo. Me hice a la idea de que era algo normal,” dijo Hunt.

Hace aproximadamente 10 años, Hunt visitó Parkland Health & Hospital System para tratar una hernia. Fue entonces cuando supo que algo estaba muy mal con su vista. “Debido a que tuve problemas con una hernia y mis riñones, los médicos me revisaron de arriba a abajo. Regresaron y me dijeron que tenía glaucoma,” dijo Hunt.

Hunt es uno de los 3 millones de estadounidenses que vive con la enfermedad, que es la segunda causa de ceguera en el mundo. Debido a su naturaleza asintomática, solo la mitad de las personas afectadas saben que tienen glaucoma, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

“El glaucoma es una condición caracterizada por daño progresivo al nervio óptico, que envía señales de los ojos al cerebro,” dijo Niraj Nathan, médico, especialista en glaucoma en Parkland y profesor asistente de oftalmología en UT Southwestern Medical Center. “El glaucoma se puede asociar con presión ocular elevada, pero no tiene que ser así. Típicamente, pero no siempre, se manifiesta como una pérdida de visión periférica que puede progresar a la pérdida de la visión central,” dijo el Dr. Nathan.

Si bien no existe una causa conocida para el tipo más común de glaucoma, estudios han demostrado fuertes asociaciones con el envejecimiento, los antecedentes familiares de glaucoma y la etnia afroamericana e hispana. Además, las personas con diabetes no controlada están en riesgo de desarrollar glaucoma, si los cambios de la diabetes en sus ojos se vuelven lo suficientemente graves. Si bien Hunt no tiene antecedentes de diabetes, es descendiente afroamericano y hay antecedentes de glaucoma en su familia.

El Dr. Nathan dijo que el mayor desafío al diagnosticar y tratar un glaucoma es que muchos pacientes no tienen síntomas.

“La gran mayoría de los glaucomas, especialmente en las etapas leves a moderadas, tiende a ser completamente asintomática, a pesar de que ha estado sucediendo potencialmente durante varios años o incluso décadas,” dijo el Dr. Nathan.

Ese fue el caso con Hunt. “No tuve dolores de cabeza ni otro tipo de dolor. Lo único que note fue que realmente no podía ver tan bien como solía hacerlo,” dijo.

Cuando se detecta glaucoma, la atención y el tratamiento adecuados pueden retrasar el avance de la enfermedad y salvar lo que queda de la vista, dijo el Dr. Nathan. “La desafortunada realidad es que, incluso con el tratamiento, el glaucoma generalmente no es reversible y cualquier pérdida de visión existente debido al glaucoma no se puede restaurar de manera significativa. El tratamiento está dirigido a disminuir o detener la progresión. Esencialmente, el tratamiento es evitar que el daño que está allí empeore,” dijo.

El glaucoma se puede tratar con gotas para los ojos, píldoras, cirugía láser o cirugía tradicional o con una combinación de esos métodos. La condición de Hunt fue tratada con una combinación de gotas para los ojos y cirugía de implante de drenaje tradicional. Durante este procedimiento, se colocan pequeños dispositivos protésicos (tubos) en el ojo para ayudar a reducir la presión y prevenir un mayor daño del nervio óptico.

En cuanto a las intervenciones en el estilo de vida, nada ha demostrado de manera confiable que reduzca los riesgos de glaucoma, añadió el Dr. Nathan. “Las herramientas principales para la prevención son las pruebas y los exámenes de la vista regulares,” afirmó.

Un examen típico de glaucoma consiste en una prueba de visión, medición de la presión ocular, una prueba de campo visual de visión periférica y un examen del nervio óptico, que requiere la dilatación de las pupilas.

La Academia Estadounidense de Oftalmología recomienda un examen ocular inicial para todos que incluya dilatación a la edad de 40 años, pero habría que hacerlo antes si hay antecedentes familiares de enfermedad ocular. Si hay algo que requiera supervisión, el prestador debe hacer un seguimiento. Si todo sale bien, se recomiendan exámenes cada 2 o 4 años. Para los mayores de 65 años, los exámenes deben ser cada 1 o 2 años. Los pacientes con diabetes deben someterse a un examen anual de dilatación de la vista.

A pesar de que Hunt usó gafas la mayor parte de su vida, dijo que los exámenes oculares nunca fueron una prioridad para él. “Iba al oculista cada tres o cuatro años. Sabía que eventualmente tendría algún problema, pero seguía sin ir al médico. Para mi ojo izquierdo, fue un poco tarde. Estoy trabajando muy duro para mantener mi ojo derecho, de lo contrario tendré que caminar a ciegas. No me gusta ir a citas con el médico y no acepto ayuda muy a menudo. Esta vez tengo que y estoy agradecido,” dijo Hunt.

Marzo es el mes nacional del cuidado de la vista y el Dr. Nathan dijo que es un gran momento para instar a los pacientes a que cuiden su visión antes de que sea demasiado tarde. “Se puede prevenir la pérdida de visión causada por el glaucoma y tenemos los recursos en Parkland para ayudar,” dijo el Dr. Nathan.

Hunt tuvo una intervención en su ojo derecho recientemente. Cuando le quitaron el parche, el día de su cumpleaños, pudo ver. “Ese fue el mejor regalo. No aguantaba las ganas de ir a casa y cocinar chuletas de cerdo,” se rio.

Para obtener más información sobre los servicios en Parkland, visite www.parklandhospital.com.

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