Ciclo menstrual: Básicamente, las hormonas femeninas tienen una vinculación directa con la insulina y pueden ser las responsables de alterar el nivel de azúcar en sangre. A medida que las hormonas cambian durante el ciclo menstrual, estas reacciones producen picos y caídas del nivel de azúcar en sangre. Además, pueden hacer que el organismo sea más resistente a la insulina. En consecuencia, muchas mujeres pueden experimentar un aumento en el nivel de azúcar en sangre entre tres y cinco días antes y después de la menstruación.
Menopausia: Las hormonas femeninas del organismo pueden afectar la manera en que el cuerpo responde a la insulina. Después de la menopausia, los cambios en los niveles hormonales pueden producir cambios en el nivel de azúcar en sangre. Si el nivel de azúcar en sangre está fuera de control, tiene más riesgo de sufrir complicaciones diabéticas. La menopausia también puede provocar otros problemas, como aumento de peso, infecciones y problemas para dormir, todos los cuales pueden perjudicar el control de la diabetes.